sábado, 30 de junio de 2012

Mecanismo de la curación por el agua



En la aplicación externa del agua, la piel desempeña un importantísimo papel. El contacto del agua fría o caliente con ésta provoca la reacción consiguiente.

La reacción térmica consiste en una vasoconstricción o vasodilatación, según sea fría o caliente el agua aplicada. Siempre será la reacción contraria, o sea, el frío provocará calor, y el calor provocará frío. De aquí la ventaja del agua fría sobre la caliente.

Al poder estimulante de la circulación de la sangre y de las eliminaciones que produce el agua fría, bien aplicada, se agrega también un efecto calmante de la sobreexcitación del sistema nervioso y del corazón. Esto se comprueba, por ejemplo, cuando hay un sueño intranquilo, en que basta una frotación de agua fría por todo el cuerpo para gozar de reposo agradable y reparador.



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